Semana Santa de Cartagena Paso a Paso

MIÉRCOLES SANTO

MAGNA PROCESIÓN DEL PRENDIMIENTO DE CRISTO

Los preparativos en la iglesia de Santa María no han parado en toda la noche, y ya no cesará la (1) actividad bajo las bóvedas arciprestales hasta el Domingo de Resurrección. Si no de pleno derecho si es de hecho festivo el ambiente de Cartagena en Miércoles Santo. Una buena opción puede ser acercarse a contemplar los tronos, estibados milimétricamente en el interior de la iglesia de Santa María. Como ajenos a los curiosos, los californios estarán toda la mañana y parte de la tarde dando los últimos toques a los tronos que han de participar en la procesión de la noche.

(1) MAÑANA DE MIÉRCOLES SANTO EN SANTA MARÍA

Tendremos ocasión de contemplar cómo se pone la mesa y se (2) prepara el menú de la Última Cena, o recrearnos en los cientos de detalles que esconden las (3) barrocas tallas doradas de los tronos. Capítulo aparte merece la labor de los floristas, pinchando una a una la flor hasta conseguir (4) verdaderos monumentos arquitectónicos que adquirirán toda su dimensión una vez iluminados y en movimiento por las calles. Flores, bordados en oro, piezas de orfebrería, la imaginería de Benlliure, ir y venir de cofrades y curiosos en un aparente desorden que se transformará en el ordenado esplendor barroco de la procesión.

(2) PREPARACIÓN DE LA CENA

(3) TALLAS BARROCAS

(4) ADORNO FLORAL

Es ésta una procesión de las grandes: trece tronos, con sus respectivos tercios de penitentes, nos irán narrando la Pasión desde la Santa Cena hasta que Pilatos se lave las manos. Conviene, por tanto, reservar el sitio donde queremos verla comprando con antelación las sillas. Antes de la procesión, por la tarde se escenifica en la plaza del Ayuntamiento el (5) proceso de Cristo ante el gobernador romano Poncio Pilatos. Al final el propio Pilatos arrojará sobre nuestras cabezas el agua que ha utilizado para lavarse las manos del crimen. Entre pasacalles de granaderos y judíos podemos ir tomando posiciones para ver la procesión, que saldrá de santa María a las nueve de la noche. En la calle Mayor, rodeados de edificios modernistas y miradores de madera, podemos encontrar un buen sitio que, en primera fila nos permita sentir levemente el lento balanceo de rasos y terciopelos.

(5) LAVATORIO DE PILATOS

(6) CAPIROTES DE LA CENA

(7) BOCINA EL CASTILLO

Contrastes de vivos colores y bordados en oro, barroquismo apasionado. (6) Capirotes dorados inundan la estrecha calle mientras se abre paso el enorme trono de la Santa Cena. Suena la (7) bocina colosal lastimera, convocando a la oración en el huerto de los olivos, sin conseguir despertar el sueño de los (8) apóstoles de Salzillo recostados sobre rocallas de oro y querubines mientras Cristo es confortado por el ángel. Mal despertar tiene (9) San Pedro que le amputa una oreja al sayón Malco ante la mirada reprobatoria de Jesús vendido con un beso a la sombra de los olivos. Sucesión de huertos de oro sostenidos por pequeños angelotes, combinación de naturalismo paisajista y artificio barroco. (10) Jesús Prendido marcha entre dos romanos, escoltados por los imponentes capirotes rojos del Prendimiento.

(8) APÓSTOL (SALZILLO)

(9) SAN PEDRO

(10) PRENDIMIENTO

Van pasando los tercios, el ritmo de las capas, el andar pausado, las marchas procesionales y cuando Pilatos se lava las manos aparecen de nuevo los Apóstoles que habían seguido a Jesús, (11) Santiago, (12) San Pedro, (13) San Juan.

(11) SANTIAGO

(12) SAN PEDRO

(13) SAN JUAN

Sólo éste último permanece, acompañando a la (14) Virgen del Primer Dolor en pos del Maestro. Impresiona desde una silla ver cómo se levantan en hombros estas máquinas colosales de los tronos de estilo cartagenero y echa a andar rítmicamente una imagen envuelta en resplandor y miles de flores. Pasa la Virgen y deja sobre nosotros la estela monumental de su (*) largo manto encarnado refulgente de oro. Tendremos tiempo para acercarnos a la puerta de la iglesia a ver recogerse el final de la procesión. En nuestro callejeo estaremos continuamente asediados por los sones procesionales, descubriendo nuevas perspectivas del cortejo a cada paso. Y, al final, el momento esperado de la siempre multitudinaria salve

(14) VIRGEN DEL PRIMER DOLOR

(*) El bordado en oro tiene una presencia muy importante en las procesiones de Cartagena. Su técnica particular de bordado directo y en realce crea obras monumentales como el imenso manto de la Virgen del Primer Dolor

 Texto: José Francisco López Martínez 

Fotos: (1) Javier Pérez Bódalo; (2 a 14) Manuel Maturana Cremades