Vuelven a la carga los californios el Martes Santo con el traslado procesional de los Apóstoles. Lo que podría no pasar de un preparativo para la gran procesión california del Miércoles Santo, se ha convertido en uno de los días más genuinamente cartageneros de toda la Semana Santa. Es el día en el que los siglos de tradición castrense de Cartagena, los que la convirtieron desde su propio origen en plaza fuerte inexpugnable, muestran su relación más directa con la Semana Santa. Esa relación fue la que llevó en 1755 a los destajistas de jarcias de la Real Maestranza de la Armada, personal civil trabajador de los astilleros del Arsenal, a ofrecerse a costear los gastos de la salida de San Pedro en la procesión del Prendimiento. Y San Pedro, como uno más de aquellos trabajadores de astilleros, sigue cotizando en la Armada y cobrando su nómina con el nombre de Pedro Marina Cartagena.
(1) SAN PEDRO EN EL CANTIL DE LOS MUELLES
Cada Martes Santo pide permiso al Almirante del Arsenal para ausentarse con motivo de la Magna procesión California; permiso que le es concedido, solemnemente, cuando, tras realizar una oración por todos los que han dado su vida en su servicio a España, arranca desde el mismo (1) cantil de los muelles del Arsenal , meciéndose como lo hacían aquellos galeones de madera salidos de este mismo astillero, hasta llegar a la Plaza de Armas. Allí, el Almirante, invariablemente, le concede el permiso de salida, con la condición de que esté de vuelta antes del jueves; condición que, invariablemente, no cumplirá, al terminar más tarde la procesión, motivo por el que será arrestado hasta el año que viene.
Con su salida franca concedida, tercio y trono de (6) San Pedro atraviesan la monumental puerta del Arsenal y, bajo la vigilancia de su torre coronada por un reloj de cuatro esferas, sale al reencuentro con sus paisanos cartageneros que le aguardan en la calle Real. Merece la pena intentar entrar al Arsenal para ver el atardecer junto al mar y los buques de guerra con el trono del santo entre radares, cañoneras y palmeras mediterráneas. No menos sugerente la perspectiva de salida por la gran puerta neoclásica y su desfile flanqueado por las palmeras de la calle Real, camino de la iglesia de Santa María.
Por su parte, (5) San Juan Californio habrá efectuado su salida desde el antiguo Parque de Artillería, actual Museo Histórico Militar. Imprescindible la salida del (2) tercio de penitentes bajo el largo medio cañón de la bóveda que conduce al Patio de Armas
(2) TERCIO DE SAN JUAN FORMANDO BAJO LA BÓVEDA DEL PARQUE DE ARTILLERÍA
Poco antes, el mismo Patrón de España y legendario protector de sus ejércitos, el (3-4) Apóstol Santiago, habrá efectuado su salida desde el palacete del Gobierno Militar, balcón asomado al puerto sobre la Muralla del Mar. Muy recomendable observar esta salida del Apóstol Santiago desde lo alto de la muralla, dejando tras de sí la bocana del histórico puerto por el que, según la tradición, entró en España, bajo la luz del atardecer y las bóvedas de los gigantescos ficus de colgantes raíces estalactitas. Desde aquí, la cuesta abajo de la calle Príncipe de Vergara nos ofrece otra perspectiva monumental del desfilar solemne del tercio de penitentes santiaguistas, mecidas sus capas al unísono de la brisa que entra a borbotones por la bocana
(3) SANTIAGO APÓSTOL FRENTE AL AYUNTAMIENTO
Estos traslados de santos proporcionan una curiosa procesión donde no encontramos ninguna imagen de Cristo ni de la Virgen. Quizás por eso, porque los santos los siente el cartagenero como uno más de los suyos, la recogida de los tres apóstoles en Santa María deviene en bulliciosa competencia, aun entre californios.
(4) SANTIAGO
(5) SAN JUAN
(6) SAN PEDRO